México es un país matriarcal en donde la madre ejerce el rol principal y a veces único dentro de la familia. En la mayoría de las familias existe una imagen distorsionada e idealizada de la madre que es vista como santa, buena e intocable y el rol del padre es menospreciado. Esta idealización y devaluación de las figuras parentales tiene varias consecuencias a nivel individual, familiar y social.
En la sociedad mexicana se fomenta mucho el cuidado, atención y valor de la madre, en cambio se descuida o minimiza el del padre. El problema en si no es la atención a la madre sino la devaluación o poca atención al rol del padre.
Por ejemplo: Recuerdo que un día le pregunté a un adolescente cómo había festejado el día de la madre. Me contó que le dio flores y chocolates, le hizo de desayunar y salieron a comer a su restaurante favorito. Cuando le pregunté qué hacía el día del padre me respondió, un poco indiferente y alzando los hombros: “No sé ni cuando es y la verdad no recuerdo si le he dado o he hecho algo ese día con él. A nadie le importa el día del padre.” Esta última frase me impactó mucho ya que es la realidad de muchas familias en México.
Los nuevos roles
Anteriormente, el Padre se limitaba a proveer, era la figura de autoridad pero su papel en la dinámica familiar era más que toda externa a la vida diaria del hogar y la cotidianidad de la vida y desarrollo de los hijos.
Esta visión está cambiando radicalmente, hoy en día la Madre sale a trabajar y eso tiene como consecuencia que los roles familiares tengan que compartirse, por eso ahora los Padres están mucho más involucrados en el cuidado diario de los niños, desde darles el baño, hasta supervisar las tareas, darles la comida y muchas otras labores.
¿Cuáles son las consecuencias de no tomarle importancia o devaluar el rol del Padre?
A veces es el padre que no quiere ejercer su rol dentro de la familia por educación, identificación, miedo, tiempo o conflictos no resueltos con su propia figura paterna. A veces es la mujer que devalúa este rol hablando mal de su esposo, haciéndolo a un lado o simplemente no hablando para nada de éste.
Algunas consecuencias para el niño y la niña:
El niño no logrará identificarse con una buena imagen de un padre fuerte, constante y amoroso sino con un padre ausente, frio, “flojo” “bueno para nada”. En la edad adulta muy probablemente repetirá estas características en su propia persona. Como padre repetirá esto con su propia familia. En la sociedad le costará mucho atenerse a las reglas y normas. Entrará en conflictos con otros hombres que le representen cierta autoridad: maestro, jefe, policía.
La niña introyectará una imagen de un hombre y un padre débil, ausente, poco amoroso y poco constante. Esto le podría afectar en su elección de pareja ya que buscará algo parecido a este hombre. Al igual que el niño, tendrá muy probablemente conflictos con las normas, leyes, reglas, orden en la sociedad y con ella misma.
¿Cuáles son los beneficios de fortalecer el rol del Padre?
El Padre es una figura de apoyo y seguridad absoluta para el niño, esa interacción ayudará a que el niño desarrolle una personalidad y una confianza en sí mismo, necesaria para adaptarse más adelante al mundo exterior. Ofrecer ese espacio seguro es uno de los roles más importantes del Padre en la familia
El papel del padre es fundamental en el desarrollo y estructuración del psiquismo infantil.
La figura del padre ayuda a que el niño y la niña:
- Introyecte una buena figura de “padre” con la cual se identifique y respete.
- Introyecte una buena imagen de “hombre” con la cual se pueda identificar y pueda formar una sana relación de pareja.
- Crear una identidad de género.
- Ayuda a fomentar, entender e introyectar las reglas, normas y leyes dentro de la sociedad.
- Contiene emocionalmente.
- Ayuda a tener una mejor visión de la “pareja”.
- Crea constancia emocional.
- Ayuda a tener un mejor contacto con la realidad.
- Ayuda a la indispensable separación de la madre y el bebé.
¿Cómo podemos fomentar más este rol?
Como padre:
Ayudar a la separación de mamá con el bebé es fundamental. No tengas miedo de meterte en esa diada ya que tu hijo necesita que haya un tercero que en algún momento los separe un poco.
- Trata de darle un espacio a tu hijo en TU mente.
- Lo importante es la calidad no la cantidad.
- Trata de involúcrate más en sus actividades, tareas, juegos, amistades. NO es necesario que estés presente pero sí que sepas y le preguntes de vez en cuando sobre su vida, aunque no parezca, él/ella lo notará.
- Es importante que ejerzas una cierta autoridad. (Reglas, normas, permisos, restricciones)
Como madre:
- Tener presente en la mente que hay un tercero: un padre (o sustituto de este: amigo, tío, abuelo, etc)
- No nada más hables de sus defectos sino también de sus virtudes, de las cosas buenas que éste tiene ya que todos tenemos partes buenas y malas.
- Recuerda que lo que digas tendrá un impacto en tu hijo y en su futuro. Hablar mal de él no cambiará a tu pareja, pero si afectará la imagen que tu hijo introyecte de un padre, hombre y pareja.
- Trata de informarle y platicarle al papá lo que le pasa a su hijo (bueno y malo)
- Aunque el padre no esté presente, habla de él a tus hijos.
- Trata de tomar las decisiones en pareja y no saltes su autoridad.
- No te alíes con tu hijo, alíate con el padre de tus hijos para que ellos vean una estabilidad y constancia parental sin importar lo que esté pasando entre ustedes como pareja( diferenciar el rol de pareja con el de padre).
¿Puede una madre ejercer el rol del Padre?
No. Muchas veces la madre trata de cumplir y sustituir el rol del padre, pero la madre nunca podrá cumplir el rol de un padre, como el padre nunca podrá cumplir el rol de una madre. Cada quién tiene una cierta función y es importante mantenerla así. Por eso es importante darle a cada uno su lugar y dejar que ejerza su función.
¿Qué pasa si no hay Padre en la realidad?
Lo importante es la figura, imagen que se le da al niño del padre y del hombre. Es decir, no es necesario que esté presente la persona para que se cree una imagen de ésta. NO estoy hablando de inventar una imagen idealizada y mágica del padre, sino de una imagen real de lo bueno y lo malo de un hombre que existe en algún lugar o existió.
El rol del padre lo puede fungir el abuelo, el tío, el vecino, el mejor amigo o cualquier figura masculina que esté cerca y que sea más o menos constante.
Entendemos entonces que tanto la madre como el padre tienen funciones diferentes, pero igual de importantes en la vida de los hijos, no hay que devaluar ninguna ya que las dos se complementas. Puede que no estés siempre de acuerdo con tu pareja en la forma de educar o ver las cosas, pero recuerda que la diferencia no siempre es mala y ayuda a que tu hijo pueda ver la vida desde diferentes perspectivas y pueda tener un panorama y una educación más amplia y completa.